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Medidas en el Ártico Central muestran que el yodo forma partículas que crecen a núcleos de condensación de nubes.

La formación de nuevos aerosoles en la atmósfera es una de las incertidumbres más significativas en los modelos climáticos. Las primeras medidas de aerosol en el Ártico se realizaron en 1991, desde entonces se desconocía la fuente de formación de nuevos aerosoles en el Ártico Central.

En este estudio se reportan medidas que demuestran que la principal fuente de nuevo aerosol en el Ártico Central son las emisiones de yodo en esa región. Las observaciones fueron realizadas durante una expedición a esta remota región en 2018 (Microbiology-Ocean-Cloud-Coupling in the High Arctic, MOCCHA) a bordo del rompehielos sueco Oden. Los resultados no sólo ponen de manifiesto la gran capacidad del yodo para formar nuevas partículas, sino que demuestran que estas nuevas partículas crecen a núcleos de condensación de nubes, estableciendo así un nexo directo entre las emisiones de yodo y la formación de núcleos de condensación de nubes en el Ártico central.

Estas medidas son particularmente interesantes teniendo en cuenta que la emisión global de yodo a la atmosfera se ha triplicado en los últimos 70 años como consecuencia de la contaminación por ozono antropogénico (https://www.nature.com/articles/s41467-018-03756-1) y se espera que este incremento continúe (https://www.nature.com/articles/s41558-019-0675-6), y con ello, el papel del yodo en la formación de nuevas partículas atmosféricas.

Andrea Baccarini, Linn Karlsson, Josef Dommen, Patrick Duplessis, Jutta Vüllers, Ian M. Brooks, Alfonso Saiz-Lopez, Matthew Salter, Michael Tjernström, Urs Baltensperger, Paul Zieger, and Julia Schmale. Frequent new particle formation over the high Arctic pack ice by enhanced iodine emissions. Nature Communications. DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-020-18551-0

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